Madurar a fin de cuentas..ser responsables de nuestros estados de ánimo y reacciones..

Cuadragésima segunda cápsula, jueves 15 de marzo, 2012. 

Asumir la responsabilidad de nuestros pensamientos, sentimientos y actos es signo de madurez mental y emocional. Poner los medios, actitudes y conductas, apropiados para rectificar lo que consideremos como inmaduro.

Proceso de maduración humana en el adulto mayor. (Tercera parte)

Es necesario recordar y subrayar que la vejez es el momento cúspide de la madurez humana.

No nos queda más tiempo. Si queremos ser felices, debemos madurar.

Ya vimos los dos primeros elementos de la madurez en el adulto mayor.

1.  Aceptar y adaptarnos a los cambios. (Cápsula 40)

2.  Capacidad y experiencia  a favor de nuestra autoestima y calidad de vida. (Cápsula 41)

Ahora veremos el tercer elemento para llegar a la cúspide de la madurez humana.

3.  Percepción correcta de la realidad, es decir ser objetivos. lo cual nos capacita para comportarnos con mayor eficacia y sentido de responsabilidad.

Esto significa específicamente trabajar y desarrollar los cuatro sentidos inteligentes; que son los que generan en nuestra personalidad y sirven como parámetro, de lo que llamamos ‘calidad humana’.

·         Sentido de honestidad. Vivir comprometidos con la verdad y la justicia. Se trata de vivir de acuerdo a como se piensa y se siente. En su sentido más evidente, el sentido de honestidad puede entenderse como respeto irrenunciable a lo que es justo, bueno y verdadero.

·         Sentido crítico. Es la expresión madura de la inteligencia y la voluntad libre. Permite construir una opinión propia de la realidad y no diluirse en la masa ni dejarse llevar por gustos o deseos sin contenido. Cultiva una recia personalidad, propia e irrepetible.

·         Sentido teórico práctico. Es aplicar lo que se ha aprendido a lo largo de los años a la vida práctica. Permite aplicar eficazmente uno de los principios de la psicología reciente: aprender por modelaje, (aprender lo bueno de los demás)

·  Sentido de responsabilidad. Asumir la responsabilidad de los propios pensamientos, sentimientos y actos es signo de equilibrio mental y emocional y, cuando detectamos algo  impropio o inmaduro en nuestra personalidad, este sentido nos demanda aceptarlo y poner los medios, actitudes y conductas apropiados para rectificar y madurar dicho aspecto adecuadamente.

Frase del Abuelo.

“La madurez comienza a ser real, cuando empezamos a considerarla como imprescindible para ser felices  y cuando experimentamos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos”

Antonio Alonzo.
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